Si uno cae en el  currículum popular y académico  de Osvaldo Ferreyra Centurion, es un laberinto difícil de salir. Nos  preparamos  para disfrutar  50 año de trayectoria de un artista con voz propia  desde sus inicios. Cincuentas años de trotecito lento de un talento diversificado  de  en en distintas disciplinas ,con rigor ético y estético  y  una solidaridad allí donde se lo necesitare.  Osvaldo Ferreyra  Centurión, navegó desde sus inicios, lo que  el poeta Fernando Pessoa  tomando de antiguos navegantes consideran  que es preciso navegar, no vivir.      Es decir lo que es necesario es crear. y eso es lo que hizo  Osvaldo, navegar con agua o sin ella ,navegar en tiempo duros y en tiempos  de libertad condicional o en vigente democracia,
Guardo en mi memoria una ilustración con particular cariño, la que realizará para la tapa de la revista literaria Destabanda donde un hombre y una mujer sentados en un café dialogan diciéndose cosas que a veces se dicen en el jardín botánico según Mario Benedetti al que yo le daria de marco musical con Jean Pierre Noher, les Feuilles mortes. Un poema..
He disfrutado su primera etapas de sus dibujos durante la época de la revista El Dedo y más tarde en Guambia disfrutado sus caricaturas y su notable sentido del humor "a Pesar de VOCE "al decir de Chico Buarque..
Después entró en el mundo de las leyendas ópticas cambiando las sabanas de los colores " sin explotar el lienzo", con esos colores libres o comprimidos y esos azules que desordenan el agua donde intuimos que siempre está la gente, en su barquitos a contrafilo de la marea que llegan a la costa de su amado Fray Bentos.